jueves, 2 de abril de 2009

Mentiras y Gordas

Muy buenas, ayer fue un día de esos de despiste, por una parte me fui a comer al bocatta de Sant Cugat donde la gerente Roxana una muy esplendida persona me recibió con júbilo, es una mujer luchadora madre de tres hijos casada, que abandono su Argentina natal en busca de un sueño que creo se está realizando paso a paso. Total que me tome un café con leche (lardo de café, con le leche natural y sacarina) y croissant, todo esto después de venir de mi médico, Gloria otro amor de mujer, que ya no sabe por dónde tomarse mi enfermedad, la diabetes, quien conozca algo esta peculiar enfermedad crónica, entenderá lo que voy a contar, llegue a 13 de azúcar, esos niveles son totalmente incompatibles con la vida, pero lo cierto es que tras realizar una segunda llamémosla inspección el resultado fue el mismo. Así que como puso en su informe soy incompatible con la vida, cuanto de menos se echa a un Dr. House. Con esas me marche al bocatta, poco tiempo después me llamo Ricardo, que curiosamente me pidió que en las invitaciones para un festival de música donde actúa Placebo le pudiera conseguir una invitación para su “amigo” aunque uno sufre pues es mi ex, también uno acaba siendo un tonto porque se la conseguí, además de una entrevista a dicho grupo. No se supongo que estar enamorado de mi mejor amigo que a la vez fue mi ex es algo conflictivo. Pero es lo que tengo que me pueden los sentimientos. Poco tiempo después visite a mi abuela paterna que está ingresada en el hospital, la visita fue corta, pero me pregunto por mis cortos, las películas y si Ricardo sigue en mi vida de una forma especial….
Después vi Mentiras y Gordas, una espantosa película, que hacia las risitas de las adolescentes cuando veían a Mario Casas (el de los hombres de Paco) pero se quedaban con las ganas, cuando el personaje Tony se mete en el cuarto oscuro y le lo penetran. Cuanta tontería traen las adolescentes que no pueden ver una escena gay sin quedarse ruborizadas, los chicos peor con los comentarios homófonos, y agradecidos de decir que es un maricon y no podrán hacer nada con él, así supongo ellos se sienten como el macho ante un ganado (una cosa muy vulgar y muy de heteroganadero) yo por lo menos lo veía con cierta ironía, seguro que algún chico de la sala sintió una excitación ante la escena. A mí en cierto modo me recordó a alguien que suele frecuentar dichos lugares o sus amigos, como ya dije una vez, dime con quién andas y te diré quien eres.
Luego me marche a casa con ganas de descansar, mi gato Borbón que cumplió 4 años estaba esperando ansioso mi llegada, para ver su regalo de cumpleaños, después le llamo su otro papa Ricardo que le hablaba desde el móvil tratando de hacerle feliz. Tras eso, fue el momento de ver los hombres de Paco, que me pareció acertada su trama de chaperos. Pero creo que solo quedo en una trama sin sacarle el jugo que podría dar.
Y hoy fue el día de llegar a Borbón al veterinario, tiene alergias, llegue a casa, ordene las cosas que tenía que hacer a la tarde, me tome una ensalada y de postre fresas. Llamo Ricardo, con su loco amor de por medio. Me fui al candela a seguir escribiendo, María y yo quedamos para comer la semana que viene, mientras Arume la chica Coppola como la llamo yo, simplemente por una anécdota, me comento que cuando fue a New York a visitar una amiga, esta le dijo que su tío iría a cenar, que era un hombre de cine, pero huraño, que aun ablando español no le apetecía, durante la cena, Arume llamo su atención, el tío le hablo en español para sorpresa de todos, le dijo que ella estaba destinada a ser algo grande. Lo bueno de la anécdota es que el dicho personaje fue el director de fotografía de las películas de Coppola, nada más ni nada menos.

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